
Armando Villalón, busca la cima.
“El pintor de la bruma” ha cambiado su paleta y virado su mirada hacia las Barrancas, su nueva serie, una investigación plástica que le ha valido, entre otros logros, un Doctorado Honoris Causa.
Armando Villalón no puede creer que todas las noticias buenas lleguen juntas. Para el apreciado artista plástico el último año ha sido un logro tras otro, casi por obra y gracia del Espíritu Santo. Pero cuando lo piensa bien admite con la humildad que lo caracteriza que esos méritos, “bendiciones de la Divina Pastora”, son el resultado de tomarse con seriedad y respeto su trabajo.
Justamente fue a la patrona espiritual de los católicos barquisimetanos a quien el “pintor de la bruma” le dedicó su primer mural. Una obra monumental ubicada sobre la avenida Venezuela de la capital larense, inaugurada el 14 de enero de este año, durante la procesión de la Virgen.
Desde ese día las dichas no han cesado. Cuatro meses después, el 28 de mayo, la Gobernación de Lara le otorgó el Botón Jacinto Lara en su Primera Clase, la máxima distinción entregada por el Ejecutivo Regional a una persona ilustre de la región.
El próximo 24 de septiembre la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) le conferirá el Doctorado Honoris Causa por su trayectoria artística y sus aportes a la pintura larense, distinción que recibe junto al también maestro Esteban Castillo. Esta es la primera vez en la historia de esta casa de estudios que artistas plásticos son reconocidos con tan alto galardón.
El maestro Villalón recuerda que cuando se lo notificaron no lo podía creer. Se levantaba en la madrugada y llamaba a su esposa Isabel, a quien considera su escudera, para saber si era verdad.
“Este reconocimiento me compromete a seguir adelante y me veo obligado a ser consecuente con mi trabajo, con mi planteamiento artístico porque se me está reconociendo por eso. Para algunas personas mi propuesta es motivo de inspiración, de estudio y no les puedo fallar. Este es un reinicio de mi carrera”, fluyen sus palabras casi atropellando las ideas a causa de la dicha.
Él es un hombre efusivo, alegre y jovial. A sus 65 años es un optimista permanente para quien los retos son su principal combustible de vida. Por eso desde hace un año decidió virar su planteamiento plástico. Manteniendo su amor por el paisaje se animó a reconstruirlo, cambió la paleta y hasta los trazos.
Fabián Soto Rueda
noticia completa: Revista Estampa Larense, septiembre, 2010- http://talentovenezolano.blogspot.com/2011/05/armando-villalon-busca-la-cima.html