Su infancia transcurrió con muchas carencias y necesidades puesto que su progenitor murió cuando apenas tenía seis años de edad.

Su familia era natural de Duaca pero se crió en la calle 28, entre carreras 24 y 25 de Barquisimeto.

Armando Villalón, el artista, pero ante todo el hombre sencillo y transparente, se permite una confidencia: el apellido era Villalonga pero a su padre no le gustaba su pronunciación y luego de hacer los trámites legales logró cambiarlo a Villalón.

Me siento el hombre más feliz del universo, porque Dios me ha dado la extraordinaria oportunidad de expresarme a través de la pintura y he podido levantarme a pulso, porque comencé muy temprano a trabajar en la calle, vendiendo empanadas y arepas hechas por mi madre y mis hermanas, así, muy humildemente, se expresa Jesús Armando Villalón cuando, como invitado especial para el desayuno -foro de EL IMPULSO, comenzó a conversar con el director y los jefes de este periódico.

En esta casa editora lo recibió el director del Decano de la Prensa Nacional, arquitecto Juan Manuel Carmona; el jefe de Redacción, José Ángel Ocanto; la jefa de Información, Violeta Villar Liste, y los periodistas Maevy Cordero y Nolberto Herrera.

Los comensales oyeron atentos las experiencias y admiraron el rostro risueño del expositor, quien ha sido llamado el Pintor del Valle. Y nos referimos a nuestro valle, el del Turbio, el cual ha sido no sólo un bello paisaje sino tierra productiva del más apetitoso néctar que produce la caña: el azúcar que endulza nuestras vidas.

Con nostalgia y admiración Villalón recuerda a su madre, quien murió a los 98 años. “De ella aprendí muchas cosas. Era una mujer sin estudios, humilde, pero servicial y muy inteligente”.

Noticia Completa:

El Impulso, marzo, 2012- https://www.elimpulso.com/2012/03/21/armando-villalon-el-pintor-del-valle-del-turbio-me-siento-el-hombre-mas-feliz-del-mundo/