Armando Villalón

Noticia Jesús Armando Villalón, de las brumas a las barrancas.

Jesús Armando Villalón, de las brumas a las barrancas.

El artista larense decide romper los esquemas tradicionales. Da un paso más y lo incorpora a su estilo, se reinventa y propone el abstraccionismo como un elemento a su propuesta pictórica.

Jesús Armando Villalón es conocido como ese artista plástico que le ha dedicado sus paisajes al valle del Turbio y Ávila. Nos acerca con sutileza a estas dos montañas tan emblemáticas y queridas por todos los venezolanos. El pintor de las brumas decidió enfocar su nueva propuesta en las barrancas.

Siempre sus obras han sido admiradas por su belleza en colores y formas. Su planteamiento pictórico ha traspasado fronteras.

Pero Villalón no sólo se plantea el paisajismo como la forma de mantener uno de los estilos más antiguos de la pintura y hacerle homenaje a esos hombres, venezolanos insignes, que dejaron huella en ese arte como Manuel Cabré, Rafael Monasterios o José Requena.

Él también busca con esa expresión artística la forma de ser irreverente y de protestar los daños que sufre el ambiente, en particular el valle del Turbio.

Intentando mantener esa línea, pero buscándose y reinventándose una y otra vez en su propuesta plástica, nos presenta Barrancas.

Esta serie del creador larense nos aproxima a las montañas, sí, pero también a los senderos, a las serranías, a los caminos que desembocan en los suelos larense, en la cercanía de una superficie, de un territorio que clama con forma de barrancas.

El azul púrpura y gris siguen presentes en la paleta de Villalón. En el fondo y a lo alto de la obra, aún se consiguen estos colores, con los cuales crea esas brumas, que nos recuerdan que siempre debemos observar hacia ese cielo infinito donde la eternidad se hace posible.

Pero ahora incorpora otros colores, que son los que le dan vida a las barrancas. Matices ocres, marrones, contrastes en tonos fuertes definen un nuevo sello en villalón. En oportunidades el rojo se cruza, también los verdes y amarillos.

En una especie de complejidad el valor del negro se presenta, y con la experiencia que le da una trayectoria plástica como la de Armando Villalón, consigue una propuesta limpia, sin manchas ni excesos.

“El cambio en el artista es obligatorio. Sin llegar a romper con todo lo anterior, se mantiene de alguna forma el paisaje tradicional, pero ya no se ve igual. Siento que mi propuesta actual tiene más fuerza, contrastes, colores” define Jesús Armando Villalón a Barrancas.

Y además agrega, “Barrancas tiene que ver directamente con la ecología. Aunque siempre me ha n gustado los colores fríos, ahora también esos cálidos tierra se ajustan al planteamiento que deseo, a lo que realmente quiero expresar. Considero que el paisaje es un alimento de mi vida y ahora lo siento más”

Local y universal

La investigación ha sido ardua para este pintor, que rompiendo sus propios esquemas ha conseguido que el colectivo voltee a ver hacia su obra.

Los colores cálidos se presentan en primer plano, creando contrastes fríos, ubicados en un segundo plano.

Considera Jesús Armando Villalón, que cada diez años por la medida pequeña, el artista debe procuerar un cambio en su propuesta, es un mandamiento que deberían tener todos los creadores.

Para él lograr esta transformación se tuvo que apartar de la ciudad y comenzó a sentir ese llamado al cambio.

“Aún desconozco si Barrancas es el punto de partida para hacer algo más abstracto de mi obra. Pero igual me identifico y lo siento como un reto, al poder mezclar todos esos tonos sin que choquen. Esta última etapa como artista, me ha gustado mucho es la madurez de mi propuesta y espero que deje un aporte”, manifiesta con la sinceridad que caracteriza y el compromiso como creador, Jesús Armando Villalón.

En cuanto a la textura, el lienzo deja de ser bidimensional, e invita al espectador a sumergirse en esos valles, en esos suelos larenses bien labrados por las manos ingeniosas de Villalón, quien, con técnica mixta, acrílicos, óleos, óxidos logra ese efecto visual.

“Seguiré siendo amante de mi calle, de mis barrancas. Halagar y protestar es lo que quiero hacer y expresar a través de mi obra. Cuando estaba pequeño, siempre decía que quería ser poeta, precisamente para con las palabras poder manifestarme. Un día alguien me elogió diciéndome que yo era poeta de la pintura, y eso es verdad, allí se refleja la voz interna de los sentimientos y pensamientos.”

El valle del Turbio, el Ávila, se convirtieron en propuestas universales a través de las pinceladas de Villalón. Seguramente ese realismo mágico, que envuelve cada una de las propuestas del pintor de las brumas, es lo que ha capturado espectadores de otras latitudes, quienes además han entendido lo complejo de una manifestación que traspasa de lo plástico a la reflexión.

Joanny Oviedo

Noticia Completa:

Revista Artefacto Internacional nº4. 2011, pp.30-31 – https://issuu.com/revista-artefacto/docs/a4b2

 

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