Es imposible concebir al maestro Villalón sin el Valle del Turbio y viceversa. Su extensa producción plástica dedicada a esta temática lo ha convertido en su más asiduo defensor. El Valle del Turbio es un testimonio ecológico desde una perspectiva estética para las generaciones del presente que atestiguan su deterioro y para las futuras que a través de la obra de Villalón podrán conocer al principal monumento natural de Barquisimeto en su más sublime expresión. El estudio profundo que el Maestro ha hecho de la luz a partir del abordaje del Valle del Turbio le ha valido el muy merecido título de “Pintor de la Bruma” y es en esa indagación de la transparencia y las atmósferas lo que le ha permitido consolidar la paleta que en la actualidad lo caracteriza.